¿Sabías que hay casi 50 bolsas en EEUU donde negociar acciones y otros activos, muchas de las cuales son Dark Pools, o plataformas opacas en manos de los bancos y grandes entidades financieras, de las que se desconocen sus reglas de contratación y donde los bancos propietarios de las mismas y los Traders de Alta Frecuencia campan a sus anchas?
¿Por Qué muchas veces al observar la profundidad del mercado de una acción o un instrumento financiero, desaparecen los títulos ofertados a la compra o a la venta y no se ejecutan las órdenes que lanzas en tu broker?
¿Qué está pasando con el Trading de Alta Frecuencia que domina la operativa en más del 60% del volumen de contratación diaria de los mercados financieros mundiales?
¿Es tan importante un microsegundo para operar y por qué?
A muchas de estas preguntas he podido empezar a encontrar respuestas, o por lo menos plantearlas en su justos términos que ya es una gran cosa, con la lectura de FLASH BOYS de Michael Lewis, un libro muy entretenido de leer, al menos para las personas interesadas en los mercados financieros.
Para empezar hay que dejar bien claro que se trata de un libro de divulgación, no de un libro técnico sobre mercados financieros y mucho menos sobre el trading de alta frecuencia, por lo que no se profundiza en detalles técnicos ni se analizan pormenorizadamente las estrategias y algoritmos de los grandes depredadores financieros. Pero de la mano de una trama casi detectivesca y con un estilo narrativo ágil y que te mantiene en ascuas durante toda la lectura, te va desvelando pequeños pero fundamentales detalles sobre los mercados financieros actuales.
Arranca hablándonos de unos obreros excavando en secreto túneles y zanjas para instalar una nueva línea de fibra óptica, y narra la peripecia de Brad Katsuyama desde su puesto al frente de la oficina en Wall Street del Royal Bank of Canada hasta la creación del IEX, una nueva bolsa alternativa comprometida con la protección del inversor y la lucha contra las prácticas predatorias de los Bancos y Traders de Alta Frecuencia. Brad se da cuenta al ser puesto al frente de la oficina de Trading del RBC en NY, que cuando está operando para sus clientes, las ofertas de compra y venta que aparecen en sus pantallas no responden a la realidad, pues al lanzar órdenes contra las mismas estas ofertas han desaparecido. Esto le lleva a iniciar una labor de investigación para averiguar que es lo que está pasando y porque el mercado que se refleja en sus pantallas de ordenador no es el mercado real. En el camino le acompañarán personajes de lo más variopinto: programadores de software más obsesionados por encontrar el algoritmo perfecto que mejore la operativa que del dinero obtenido con la misma, comerciales de grandes bancos y entidades financieras pasados al enemigo, es decir, a proteger al inversor y consumidor, ingenieros extendiendo cables de fibra óptica, y un largo etcétera de personajes, todas ellos sacadas de la vida real, y que nos dan una interesante imagen de cual es el panorama actual de los mercados financieros, el Trading de Alta Frecuencia, los Dark Pools y lo que al final se está bautizando como Trading Depredador (Predator Trading), seguramente superficial pero suficientemente clara para neófitos como un servidor. Cuando por fin tiene un diagnóstico suficientemente claro del problema y descubre la manipulación del mercado realizada sistemáticamente por banco y traders de alta frecuencia en connivencia, decide que la única posible solución es crear un mercado trasparente y que re equilibre la situación para dar las mismas oportunidades a todos su participantes, iniciando una nueva aventura que ocupará la segunda parte del libro. Y finalmente, como las buenas novelas de misterio, acaba dejándonos ante un nuevo desafío y con ganas de que investigue o de que publique un nuevo libro ¿que es eso de la comunicación por microondas?.
Insisto en que se lee como una novela y al mismo tiempo te dota de muchos elementos que elevan tu cultura financiera uno o dos grados si no sabias demasiado sobre el Trading de Alta Frecuencia y las prácticas depredadoras que los grandes bancos y otras instituciones financieras ponen en marcha cada día.
La conclusión fundamental que yo he podido sacar ha sido que los home traders, como un servidor, cada vez que encendemos nuestras plataformas de graficación y elementales books orders facilitados por los brokers que usamos, estamos viendo una versión muy simplificada y superficial del mercado en el que operamos, pues vemos sólo unos pocos centímetros de las aguas abisales en las que estamos introduciendo los pies, y en las que nadan y buscan su alimento monstruos y escualos de todo tipo y color, de los que además estamos muy lejos de tener imaginación suficiente para intuir siquiera lo que son capaces de hacer. Si no fuera porque somos tan pequeños, ligeros y ágiles que la mayoría de las veces pasamos delante de ellos y ni siquiera nos ven, y si lo hacen podemos huir a la velocidad del rayo aunque nos dejemos algún que otro dedo en el camino, sería imposible hacer trading con nuestros pobres cuentas y recursos técnicos. En alguna ocasión acabaremos en las fauces de algún que otro tiburón ballena que nos engulla sin saber siguiera que estamos incluidos en su dieta del día, o rodaremos arriba y abajo en las turbulencias que provocan a su paso, pero podremos salir bien parados con un poco de técnica y gestión monetaria. Ahora bien, entiendo un poco mejor los problemas con los que se encuentran aquellos que tienen que mover enormes cantidades de dinero y valores para fondos institucionales, hedge funds, y otros operadores tirando a mediano o grande.
Por concluir, un libro divertido, útil, informativo y que vale la pena leer. No cambiará tu forma de operar, pero si te dará una mayor profundidad y alcance cuando vuelvas a mirar un gráfico.