TRADING EN LA ZONA (3). CORREGIR LOS ERRORES DE NUESTRO SOFTWARE MENTAL. MARK DOUGLAS

El imprescindible libro de Mark Douglas «TRADING EN LA ZONA» http://www.valor-editions.es/TRADING-EN-LA-ZONA.htm es una lectura obligada de todo trader que quiera conseguir cierta madurez y durabilidad en los mercados. Por ello me gustaría resumir la esencia de sus enseñanzas en varias entradas. Este resumen no sustituye la lectura del texto completo del libro, ya que su magnífico estilo, ameno y directo, aclara y da una mayor profundidad a las brillantes ideas de Douglas. Estas notas de resumen no son sino una recopilación para uso personal y recordatorio abreviado de las ideas principales del autor.

CORREGIR LOS ERRORES DE NUESTRO SOFTWARE MENTAL.

Todo lo que vemos, oímos, gustamos, sentimos o experimentamos por medio de nuestros sentidos se transforma en impulsos de energía eléctrica y se almacenan en nuestro cerebro para memorizar y/o referenciar la naturaleza de las cosas existentes.

Esto tiene profundas implicaciones.

Hay una relación causa-efecto entre nosotros y todas las cosas que nos rodean. En consecuencia, nuestros encuentros con las fuerzas externas crean lo que podríamos llamar “estructuras de energía” en nuestra mente: recuerdos, referencias y creencias. Todas ellas existen en nuestras cabezas bajo la forma de energía estructurada.

Si tenemos encuenta que  los recuerdos, las referencias y las creencias que hemos adquirido como consecuencia de nuestras confrontaciones con el entorno representan lo que hemos aprendido de este entorno y de su funcionamiento; si estos recuerdos, estas referencias y estas creencias existen en nuestras cabezas bajo la forma de energía; y si la energía no ocupa ningún espacio, entonces podríamos decir que tenemos una capacidad ilimitada para aprender.

Sin embargo, hemos de cuidarnos de no equiparar capacidad de memoria y capacidad de aprendizaje.

Todo lo que es energía tiene el potencial de actuar como una fuerza que expresa su forma y esto es exactamente lo que hacen nuestros recuerdos, nuestras referencias y nuestras creencias.  Actúan como una fuerza interior sobre nuestros sentidos, expresando su forma y su contenido, y, al hacerlo, tienen un efecto profundamente limitativo sobre las informaciones que percibimos en todo momento, haciendo literalmente invisibles la mayoría de las informaciones que están disponibles desde el punto de vista del entorno y las posibilidades inherentes a estas informaciones, pero no coinciden o se adecuan a nuestros recuerdos, referencias y creencias. Nuestra energía interna limitará y bloqueará nuestra toma de conciencia de la mayoría de estas informaciones utilizando el mismo mecanismo sensorial que el entorno utiliza.

La mayoría de nosotros no tenemos la menor idea del número de oportunidades invisibles, a las que nos vemos confrontados continuamente, inherentes a las informaciones a las cuales estamos expuestos. La mayor parte de las veces, no aprendemos nunca nada sobre esas oportunidades y, en consecuencia, permanecen invisibles. Para aprender algo debemos vivir esa experiencia de una u otra manera.

La gente solo ve lo que ha aprendido a ver, y el resto es invisible para ellos mientras no aprendan a neutralizar la energía que bloquea su conocimiento sobre lo que ignoran y les queda por descubrir.

El dato sensorial memorizado no es tan importante como el tipo de energía que el dato sensorial representa. Tenemos dos tipos de energía metal:

  • La energía positiva, que llamamos amor, confianza, felicidad, alegría, satisfacción, etc.
  • La energía negativa, representada por el miedo, el terror, la insatisfacción, la traición, el arrepentimiento, etc.

Nuestras mentes tienen una característica inherente que nos permite asociar y relacionar todo lo que existe alrededor de nosotros y que es idéntico en cualidades, en características, en propiedades o en particularidades a todas las cosas que existen ya en nuestra cabeza, que ya tenemos memorizadas y a las que sabemos identificar.

Esa tendencia natural que tienen nuestras mentes a hacer asociaciones es una función mental inconsciente y automática. Es simplemente una función natural de la manera en que tratamos la información.

Hay energía estructurada alrededor nuestro y energía estructurada en nuestro interior. Nuestras mentes asocian y relacionan automática e instantáneamente las informaciones que tienen características, propiedades y particularidades similares. No se conoce el mecanismo mental que determina el máximo o el mínimo de similitud necesaria para que nuestras mentes asocien y relacionen dos series de informaciones. Supongo que hay un margen de tolerancia para la similitud o diferencia y que cada uno de nosotros tiene una capacidad única en algún lugar de ese rango.

Si la energía estructurada externa es similar o semejante en la medida necesaria con la energía estructurada interna, nuestra mente establecerá una relación entre ellas. Esta relación provocará entonces la liberación en el cuerpo de la energía negativa o positiva que tengamos almacenada en la memoria. Lo que ocurre a continuación es lo que los psicólogos llaman una proyección.

En tanto que traders, uno de nuestros objetivos fundamentales consiste en percibir las oportunidades disponibles, y no la amenaza del dolor. Para aprender a permanecer concentrado en las oportunidades tenemos que conocer y comprender en términos precisos la fuente de la amenaza. Esta no es el mercado. El mercado genera información sobre su potencial de evolución desde un punto de vista neutro. Al mismo tiempo, nos pone a nosotros, los observadores, de cara a un flujo interrumpido de oportunidades para actuar por iniciativa propia. Si lo que percibimos en un momento preciso nos da miedo, debemos plantearnos la pregunta: ¿la información es amenazadora por naturaleza, u ocurre que estamos sufriendo los efectos de nuestro propio estado de ánimo como un efecto reflejo?

Si podemos aceptar el hecho de que el mercado no genera información cargada positiva o negativamente como una característica inherente a la amanera en que se expresa, entonces la única posibilidad para que una información sea evaluada de manera positiva o negativa se encuentra en nuestra cabeza y depende de la manera en que la información es procesada. En otras palabras, el mercado no hace que nos concentremos sobre el fracaso o el dolor, ni sobre el éxito y el placer.

Nuestras mentes asocian constantemente lo que nos rodea (la información) a lo que ya está presente en nuestras cabeza (lo que sabemos), dando la impresión de que las circunstancias exteriores y el recuerdo, la referencia o la certidumbre a las cuales esas circunstancias están asociadas son exactamente las mismas.

Comprender, tomar conciencia y luego aprender a impedir que nuestra tendencia natural haga asociaciones, constituye el elemento más importante para alcanzar la regularidad. Para desarrollar y mantener un estado de la mente que perciba el flujo de las oportunidades del mercado, sin temer el dolor  o los problemas procedentes de un exceso de confianza, va a ser necesario que mantengamos constantemente el control del proceso de asociación.

TRADING EN LA ZONA (2). LA REGULARIDAD ES UN ESTADO DE ANIMO.MARK DOUGLAS

 

LA REGULARIDAD ES UN ESTADO DE ANIMO.

El imprescindible libro de Mark Douglas «TRADING EN LA ZONA» http://www.valor-editions.es/TRADING-EN-LA-ZONA.htm es una lectura obligada de todo trader que quiera conseguir cierta madurez y durabilidad en los mercados. Por ello me gustaría resumir la esencia de sus enseñanzas en varias entradas. Este resumen no sustituye la lectura del texto completo del libro, ya que su magnífico estilo, ameno y directo, aclara y da una mayor profundidad a las brillantes ideas de Douglas. Estas notas de resumen no son sino una recopilación para uso personal y recordatorio abreviado de las ideas principales del autor.

Aceptar el riesgo quiere decir aceptar las consecuencias de las operaciones sin malestar emocional ni miedo. Esto significa que debemos aprender a pensar el trading y nuestra relación con el mercado de tal manera que la posibilidad de equivocarnos, de perder, de dejar pasar una oportunidad o de dejar dinero sobre la mesa, no dispare nuestros mecanismos psicológicos de defensa y nos aleje del flujo de oportunidades. Dejar que el mercado evolucione y hacerlo de manera que estemos preparados para aprovechar todas las situaciones que definamos como oportunidades.

Cuando te mantienes preparado para aprovechar las oportunidades que te ofrece el mercado, no impones ningún límite ni expectativa al comportamiento del mercado. Te contentas totalmente con dejar hacer al mercado, haga este lo que haga. En el transcurso de su actividad, creará unas condiciones que vamos a percibir como oportunidades. Entonces actuaremos sobre esas oportunidades de la mejor manera que podamos, pero nuestro estado de ánimo no dependerá del comportamiento del mercado ni se verá afectado por él.

Si podemos aprender a encontrar un estado de ánimo en el que no nos dejemos afectar por el comportamiento del mercado, los conflictos cesarán. Cuando los conflictos internos cesan, todo resulta fácil. A partir de ese momento, podrá aprovechar plenamente toda su capacidad de análisis o de cualquier otro tipo, para hacer realidad finalmente todo nuestro potencial de trader.

En trading, el menor conflicto, la menor lucha o el mínimo temor nos alejarán del momento y del flujo y por lo tanto harán empeorar los resultados.

Es precisamente en eso en lo que los traders profesionales se distinguen realmente de la mayoría de los otros. Si uno acepta el riesgo como un profesional sabe hacerlo, no percibirá nada de lo que el mercado pueda hacer como una amenaza. Y si no hay amenaza, no ha nada que temer.

Si queremos operar como los profesionales, debemos ser capaces de ver el mercado desde un punto de vista objetivo, sin distorsión. Debemos ser capaces de actuar sin resistencia ni dudas, pero con la dosis apropiada de moderación para contrarrestar los efectos negativos de la euforia o del exceso de confianza. Debemos tener esencialmente el objetivo de crear un estado de ánimo único. Debemos redefinir nuestra relación con el mercado.

TRADING EN LA ZONA (1). MARK DOUGLAS

El imprescindible libro de Mark Douglas «TRADING EN LA ZONA» http://www.casadellibro.com/libro-trading-en-la-zona/1652826/2900001360107 es una lectura obligada de todo trader que quiera conseguir cierta madurez y durabilidad en los mercados. Por ello me gustaría resumir la esencia de sus enseñanzas en varias entradas. Este resumen no sustituye la lectura del texto completo del libro, ya que su magnífico estilo, ameno y directo, aclara y da una mayor profundidad a las brillantes ideas de Douglas. Estas notas de resumen no son sino una recopilación para uso personal y recordatorio abreviado de las ideas principales del autor.

ACEPTAR LA PROPIA RESPONSABILIDAD: EL PILAR DE TODO TRADER REGULAR.

La dura realidad del trading es que, si queremos llegar a tener unos resultados regulares, debemos partir del principio de que, cualquiera que sea el resultado, nosotros somos completamente responsables del mismo.

 El hecho es que cuando colocamos una orden, lo hacemos previniendo obtener una ganancia en dinero. Pero cualquier otro trader del mundo que coloca una orden lo hace por la misma razón .  Cuando examinamos nuestras relaciones con el mercado desde este punto de vista, podemos decir que nuestro objetivo es obtener dinero de los mercados, pero, del mismo modo, que el único objetivo del resto de participantes en el mercado es obtener de nosotros dinero y oportunidades.

Si el mercado es un grupo de personas que interaccionan para sacarse dinero los unos a los otros ¿Cuál es la responsabilidad del mercado de cara al trader individual? El mercado no tiene otra responsabilidad que no sea la de seguir las reglas establecidas para facilitar esta actividad.

Así pues, si se sorprenden a ustedes mismos acusando al mercado o sintiéndose traicionados por él, es señal de que no han reflexionado sobre las implicaciones exactas de un juego de suma cero. La menor acusación significa que no acepta usted la realidad de que el mercado no le debe nada, independientemente de lo que usted desee, de lo que piense y de la cantidad de esfuerzos que dedique a ello.

 Ser un trader responsable significa reconocer y aceptar en lo más profundo de uno mismo, que somos nosotros, y no el mercado, quienes somos completamente responsables de nuestro éxito o de nuestro fracaso.

La primera, y más importante etapa de este proceso de aprendizaje consiste en aceptar, entera y absolutamente, la propia responsabilidad.

Ser un trader responsable significa estar convencido de que somos nosotros mismos los que generamos nuestros propios resultados; que ellos dependen de la interpretación que hacemos de las informaciones del mercado, de las decisiones que tomamos y de las acciones que emprendemos como consecuencia de ello.  No querer ser responsable genera dos obstáculos psicológicos:

a)     Establecemos una relación tensa con el mercado que nos mantiene alejados del flujo constante de oportunidades.

b)    Creemos equivocadamente que nuestros problemas de trading y nuestra falta de éxito pueden ser corregidos analizando el mercado.

Desde el punto de vista del mercado cada instante es neutro; por el contrario para nosotros como observadores, cada instante y cada fluctuación de las cotizaciones puede tener un sentido. ¿Pero dónde puede situarse ese sentido? El sentido de las cosas se funda sobre lo que aprendemos y se encuentra en nuestro mente, no en el mercado. El mercado no atribuye ningún sentido a su propia información, ni interpreta la información que da sobre sí mismo.

Si nos parece que estamos luchando contra el mercado, o que él lucha  contra nosotros, en realidad estaremos luchando contra las consecuencias negativas ligadas al hecho de que no aceptamos totalmente que el mercado no nos debe nada y que debemos simplemente aprovecharnos de las ocasiones que nos presenta, al cien por cien y ni un milímetro menos.

La mejor manera de aprovechar al máximo una situación en la que se nos ofrece una serie ilimitada de oportunidades de hacer algo para nosotros mismos consiste en dejarnos llevar por la corriente o flujo del mercado. El mercado sigue una corriente. A menudo es caprichoso, sobre todo si lo observamos en períodos cortos, pero presenta secuencias sistemáticas que se repiten una y otra vez. Evidentemente es paradójico dejarse llevar por una corriente contra la cual queremos luchar. Si queremos empezar a sentir la corriente que sigue el mercado, nuestro espíritu debe estar liberado del miedo, de la cólera, del arrepentimiento, del sentimiento de traición, de la desesperación y de la decepción. Y no tendremos ninguna razón para sentir estas negativas emociones si nos sentimos totalmente responsables de nuestros actos y de sus consecuencias o resultados.

Creer que nuestros problemas de trading y nuestra falta de regularidad podrían ser corregidos por el análisis del mercado es otro problema grave para alcanzar la regularidad.

El hecho de aprender sobre el mercado está muy bien y no causa ningún problema por sí mismo. Es la razón subyacente que lleva a aprender sobre el mercado lo que resultará finalmente ser la causa de la perdición.  El estudio del mercado se convierte en un problema cuando quien lo hace no estudia el mercado simplemente para dotarse de los medios que le permitan ganar sistemáticamente, sino más bien para evitar el dolor o para probar algo que no tiene absolutamente nada que ver con la observación objetiva del mercado. Si intentas probar algo, toda la información que se oponga a lo que le hace feliz le hará sufrir.

El dilema estriba en que nuestro cerebro está programado para evitar el sufrimiento físico y psicológico. Y el estudio del mercado no va a compensar los efectos negativos que nuestros mecanismos de protección contra el dolor puedan tener en nuestro trading. Es absolutamente esencial para nuestro desarrollo como traders que comprendamos estos efectos negativos y aprendamos a tomar conscientemente el control, de tal manera que nos ayude a conseguir nuestros objetivos.

Protegerse del dolor evitando las pérdidas es imposible. El mercado genera secuencias de comportamiento y las secuencias se repiten, pero no siempre. Por ello no es posible evitar pérdidas o equivocarse. Un trader principiante que por suerte consigue encadenar una serie de operaciones positivas no se dará cuenta de estas realidades del trading porque es empujado hacia delante  por dos fuerzas irresistibles:

a)     Pretende desesperadamente volver a encontrar ese sentimiento ganador.

b)    Está entusiasmado por todo el conocimiento del mercado que está adquiriendo.

Lo anterior provocará que cuanto más intente ganar y no perder, menos tolerará las informaciones que podrían indicarle que no va a poder obtener o que desea, y tratará de pasarlas por alto o ignorarlas, lo que aumentará la probabilidad de nuevas perdidas, etc.

Aprender cada vez más sobre los mercados con la única finalidad de protegerse del dolor va a complicar sus problemas, porque cuanto más sepa, más esperará del mercado y más sufrirá cuando este no haga lo que él espera.

Uno de los conceptos más difíciles de asimilar realmente por los traders es que probablemente el mercado no es en modo alguno responsable de sus actitudes o de su estado de ánimo; el mercado actúa simplemente como un espejo que nos devuelve la imagen de nosotros mismos. Si tiene usted confianza, no es por el hecho de que el mercado le de confianza; es porque las creencias y actitudes que usted tiene están en fase, de tal manera que le permiten avanzar, sentirse responsable de sus resultados y extraer la idea dominante del momento.

Recuerde usted nuestra definición de actitud ganadora: alcanzar una recompensa por nuestros esfuerzos y aceptar que los resultados obtenidos, cualesquiera que sean, son el reflejo de nuestro nivel de desarrollo y de lo que nos queda por aprender para progresar.

El desarrollo de una actitud ganadora es la clave del éxito. Usted es responsable del desarrollo de su propia actitud ganadora. El mercado no lo hará por usted y, quiero ser tan categórico como me sea posible, todos los análisis del mercado no compensarán el desarrollo de una actitud ganadora, si usted carece de ella.